La forma en que interactuamos entre nosotros se rige por un complejo conjunto de reglas. Estas influyen en nuestro lenguaje corporal, en cómo nos comportamos físicamente, cómo percibimos al otro, cómo pensamos y reaccionamos. Algunas de estas reglas son impuestas, dictadas por la sociedad; otras las creamos nosotros mismos a partir de nuestra experiencia; algunas son imaginadas. Sin embargo, todas ellas restringen y dan forma a nuestros encuentros. Visto desde el exterior, nuestro comportamiento es predecible, aleatorio, absurdo, inteligente, violento y tierno, resultado de la interpretación de las reglas. Al observar a los demás podemos vernos a nosotros mismos, detectar virtudes y defectos, cuestionar cómo estas reglas nos definen.

Como creador utilizo un sistema de reglas similar en la propia acción coreográfica para ilustrar esa interacción y desafiarnos a reflexionar sobre la forma en que vemos a los que nos rodean. Aplico una serie de normas y decisiones a los intérpretes que son ejecutadas, pero también filtradas y adaptadas, generando un reflejo del propósito inicial. En paralelo, con un cuidadoso uso de las reglas, con insistencia y flexibilidad, observación y reflexión, se puede crear una narrativa física específica para ilustrar la forma compleja, absurda, hermosa, trágica, violenta, íntima, irónica y oscura en que nos comportamos los unos con los otros.

El título “Beneath” se refiere a esta superposición de razón y causa que se encuentra por debajo de lo que podemos observar, el complejo sistema de normas e interpretaciones que gobierna la acción. El subtexto que acompaña a cada gesto, a la narrativa que impulsa una aparente construcción geométrica, al animal oscuro que habita en cada uno de nosotros.